Son las 9:30 de la mañana y la plaza se prepara para otro día más de turismo e historia. Los camareros ondean los manteles disponiendo las mesas para el primer servicio de la jornada, entre el ruido de cristales rotos que generan los camiones de los servicios de limpieza.
Echando una vista rápida al panorama mañanero, se pueden ver varios camiones de diferentes naturalezas: lavandería, gastronomía, gas, iluminación… Un sitio de ocio e intercambio. Los curiosos visitantes destacan en una atmósfera renacentista, donde los palos de selfies que tanta polémica han generado en los últimos meses adquieren un papel protagonista. No faltan aquellos turistas nacionales procedentes de diversos puntos del país, especialmente aquellos originarios del sur.
“Es un gusto poder contar con estos tours gratuitos. Te das cuenta de que por mucho que hayas visitado la ciudad, no sabes mucho sobre ella”, afirma Laura, una turista procedente de Huelva que observa con interés la fachada de la emblemática Casa de la Panadería, cuyos frescos destacan sobre el rojizo de la fachada del resto de la construcción.
¿Es la Plaza Mayor un punto de referencia de la capital? “Con ella comienza el Madrid de los Austrias, una arquitectura característica de una de las épocas de mayor importancia para la historia de nuestro país. Es, por tanto, un lugar de gran relevancia cultural y artística”, comenta el madrugador empleado de la Cervecería Plaza Mayor.
A medida que uno se para a observar la situación de un día cualquiera en este espacio arquitectónico, más preguntas sobrevienen a la mente. Fue el amable camarero del bar EBOLI el que relató las numerosas renovaciones que se han realizado recientemente para conmemorar el IV Centenario de la plaza.
“La Plaza Mayor es un lugar que, sin saber por qué, acaba cada noche como un basurero”
Recientemente, los problemas de limpieza se han agravado, según comentan los trabajadores de este sector de la restauración. Pese a las numerosas quejas sobre esta cuestión que recibe diariamente el Ayuntamiento de Madrid, parece que la alcaldesa todavía no se ha decidido a tomar las medidas necesarias.
El Consistorio debería ocuparse más de la higiene de esta zona tapizada de basura, sobre todo como relató el camarero del bar EBOLI, después de los conciertos multitudinarios de San Isidro. Otra de las cosas importantes que tendría que cambiarse antes de la conmemoración del IV Centenario es la seguridad de la zona. Son numerosos los robos que suceden cada día en la plaza, que no han disminuido sus cifras en estos últimos años, y que se teme que en estas próximas fiestas de Navidad se aumenten todavía más.
El mercadillo, una tradición
“En Navidad esto se llena -cuenta José, un anciano que reposa en una de las farolas de la plaza- ya no sólo de turistas sino también acuden miles de familias tradicionales de aquí, de Madrid, para comprar en el mercadillo. Se ha convertido en toda una tradición madrileña”.
Con el objetivo de promover, apoyar y participar activamente en todas las acciones públicas y privadas destinadas a la celebración de este aniversario, la alcaldesa Manuela Carmena ha promovido la creación de la Asociación de Amigos del 4º Centenario de la Plaza Mayor.
Los “free tours” han dado un nuevo toque al paisaje de la Plaza Mayor
Bajo el lema “Recuperar el pasado para ganar el futuro”, numerosas actividades han sido programadas para focalizar a los interesados en la importancia histórica y patrimonial de esta Plaza Mayor. Estas actividades se desarrollarán en el Centro Cultural Villa de Barajas desde el 18 hasta el 29 de abril, según ha informado la asociación. El objetivo de esta ecléctica organización es que las actividades que se desarrollen sean «modestas» y «no alteren el normal funcionamiento» del entorno.
La plaza de los diez nombres cumple años
Una de las cosas útiles con las que cuenta la Plaza Mayor, son los llamados Free Tours, explicaciones gratuitas de lo que significa y significó este aclamado lugar histórico, tan importante para la historia de nuestra capital. Tras escuchar a éstos, uno puede salir de su visita a la plaza bastante más culturizado.
El joven situado debajo del paraguas informa con entusiasmo de los diez nombres que la Plaza Mayor de Madrid ha tenido. En sus orígenes se la conocía como la plaza de la Laguna. Antes de que se construyera el edificio original que conformaba los cimientos de lo que conocemos en la actualidad, allí se encontraba la Laguna de Luján. En el siglo XV y XVI se la conocía como plaza del Arrabal, debido a sus orígenes como lonja. Se la llamaba así por estar fuera del recinto amurallado de la ciudad, conformado durante la época medieval. En 1619 se llevó a cabo la primera reforma por Juan Gómez de Mora constituyéndose como Plaza Mayor, nombre que mantuvo hasta el XIX, bajo los cimientos del proyecto de Juan de Herrera. Pero fue entonces cuando la inestabilidad política que dominó el siglo afectó a la forma de llamar a esta emblemática plaza. Recibió el nombre de Constitución (en 1812, 1820, 1833, 1840, 1874 y 1876) y Real (1814, 1826, 1835 y 1874). Con la llegada de la I República en 1873 en un mismo año pasó a llamarse plaza de la República, de la República Federal y de la República Democrática Federal. Ya en 1876 volvió a ser plaza de la Constitución. En 1940 recuperó su nombre actual: Plaza Mayor.
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